martes, 28 de diciembre de 2021

Hacia el Este 1/3

26/dic/2021 - Croacia. 

Tan solo hace tres meses de la última entrada de mi blog,  pero a mí me parece muy lejana nuestra partida de Holanda. Es como si el tiempo estuviese aumentado. Se me antoja imposible resumir tantas vivencias acumuladas en el camino que nos fue trayendo hasta Croacia, lo que no se nos pasaba por la cabeza hace apenas mes y medio. Pese a saber que va a ser largo, quiero guardar estos momentos, así que allá voy. 



13/Sep/2021 Alemania.

 
Salimos de Holanda con el objetivo puesto en Transilvania. No es que yo sea un friki del Conde Drácula, sino que hace varios años me hablaron tan bien de esa región rumana rodeada por los impresionantes Montes Cárpatos, que quedó indeleble en mi lista de deseos.
El verano se acababa y Transilvania amenaza con tener inviernos duros. Así que, otra vez, íbamos con un poco de prisa.
Nuestra entrada en Alemania no pudo ser mejor: directamente por la ribera del Rin hasta la vibrante y monumental Colonia.


Tras una breve parada nos encaminamos hacia el Rheinsteig, una de las grandes rutas  senderista de Europa que bordea el Rin por más de trescientos kilómetros. Nosotros no hicimos sino dos etapas, que fue suficiente para apreciar la inmensidad  de esa vía fluvial que llega al Mar del Norte más de mil kilómetros después de su nacimiento en Los Alpes.




El coche comenzó con sus achaques. La Nissan Serena es muy popular en canarias, pero desde que nos fuimos de España en julio no hemos visto ni una más. Un coche viejo y sin mercado de segunda mano no es una buena combinación. Hasta la batería costó conseguir. No obstante, tras un apaño en un taller seguimos adelante con el pequeño inconveniente de que para parar el motor ahora hay que girar la llave y quitar un fusible. 




26/Sep/2021 República Checa. 


Chequia no fue un país más en nuestra ruta. Por fin entrábamos en la "Europa del Este". Habíamos cruzado el antaño temible y fatídico telón de acero y entrábamos en una Europa diferente: URSS, Checoslovaquia, "¡La amenaza comunista!". Una historia llena de amenazas, propaganda y mentiras, que se desarrolló en el período histórico y el continente donde yo crecí.
La naturaleza cobraba más relevancia mientras la densidad de población menguaba, como los precios, y su historia incentivaba mi curiosidad. Chequia fue un regalo.


(Bohemian Switzerland National Park)



La temperatura ya era demasiado baja para nuestras duchas al aire libre, así que  desde Alemania buscábamos las comodidades de los campings que comenzaban a estar medio vacíos.



Con octubre vino mi cumpleaños y tuve dos grandes regalos. El primero fue,  como no, relacionado con otro río emblemático europeo: el Elba. El día antes de mi cumpleaños hicimos una excursión en canoa por una zona muy tranquila fronteriza con Alemania. Como siempre, un placer deslizarse por esas aguas que discurren plácidamente en su largo camino hacia el Mar del Norte, relativamente cerca de Dinamarca. En mi escala isleña esas medidas me abruman.


Al día siguiente, en mi cumpleaños, llegó el segundo regalo: una cena en Praga. Pasamos solo tres días en esta ciudad que es monumental y hermosa, sobre todo cerca de las orillas del río Moldava, pero callejeando un poco también encontramos su alma acogedora y amable.



Uno de los iconos más famosos es su Reloj Astronómico, que ya desde la Edad Media recordaba con una especie de marionetas, que el tiempo pasa y la misma muerte nos está esperando a todos al final del camino independientemente de cómo haya sido éste.


Saliendo hacia el norte disfrutamos de más naturaleza extraordinaria en el camino hacia nuestro próximo país.




12/Oct/2021 Budapest


Tras entrar en Polonia y llegar a Cracovia, yo cogí una guagua hacia Budapest por 10 días. No sabía si me iba a aburrir en una gran ciudad solo, pero Budapest me resultó una grata sorpresa. Por una parte está la Budapest monumental, heredera de la grandeza del Imperio austrohúngaro, extendiéndose hermosa a ambos lados del Danubio. 





Por otra parte, me encantó vagar por sus barrios menos fotogénicos pero con rincones muy interesantes como algunos mercados donde probar delicias locales que habitualmente solo se sirven a trabajadores y usuarios del mercado.


Budapest también me despertó la curiosidad por quien contribuyó a dar a Hungría un estatus comparable al de Austria dentro del Imperio: Isabel de Baviera, que paradójicamente y pese a la visión edulcorada mostrada en la pelicula "Sissi", se trataba de una mujer rebelde, culta, gran conocedora de Europa y con innegable influencia en el devenir del Imperio.

Un poco al norte de la capital se hayan lugares de especial belleza: Szentendre y Esztergom. 


La historia de Budapest es impactante, como la de la mayoría de estos países, Desde la grandeza del Imperio, pasando por el exterminio judío, la opresión soviética... Un siglo XX muy convulso por estos lares.

(Grandeza del parlamento de los Habsburgos) 

(Terrible recuerdo de los zapatos que tenían que quitarse los judíos antes de ser arrojados al río) 

(Balas frente al parlamento - Rebelión de 1956 contra los soviéticos) 

(Ronald Reagan caminando amenazador hacia el monumento con la estrella comunista) 

Hacia el Este 2/3

 

29/Oct Polonia. 


De vuelta en Polonia las noches ya son muy largas y frías. Ni nuestra furgo ni nosotros lo llevamos bien. Ella pasó otra vez por el taller y nosotros decidimos dejar de usarla para dormir.

Comenzamos a bucear en la historia de una de las ciudades más interesantes hasta la fecha: Cracovia. Utilizada por los nazis como base de operaciones, no sufrió grandes daños en la Segunda Guerra Mundial, por lo que su casco histórico se mantuvo como una joya.


Además, su gastronomía representó un regalo para nuestro paladar y nuestro bolsillo en los restaurantes Mleczny, reliquias de la época comunista.

La razón por la que los nazis respetaron esta ciudad es porque fue la tristemente elegida para construir, a escasa distancia, una de las vergüenzas mayores para la humanidad: el campo de exterminio de Auschwitz. Una auténtica industria de muerte, optimizada para su producción, con planificación e incentivos para la eficiencia en sus objetivos. Siendo éstos el número de asesinatos cometidos, principalmente contra judíos pero también se incluyeron gitanos o cualquier persona que representara una oposición al régimen nazi o la pureza de la raza aria.

 
El día antes de visitar el campo decidimos ver "La lista de Schindler" y yo también escuché el podcast de Diana Uribe, historiadora colombiana capaz de contar y transmitir la historia con una intensidad, cercanía y relevancia que consigue emocionarme.

Para mí no es un lugar para sacar fotos, sino para sentir con respeto y asombro. Esta es casi la única foto que tomé: el final de la vía férrea, ya dentro del campo, en donde se separaban los caminos de los que eran seleccionados para trabajar y de los que eran dirigidos directamente a las cámaras de gas.


Tras las emociones de Cracovia, necesitabamos disfrutar de unos días en la naturaleza. Para eso nos dirigimos a Zakopane, ubicado en Los Altos Tatras, que forman parte de los Cárpatos Centrales y suponen parte de la frontera con Eslovaquia. Esos días nos permitieron cargar nuestras pilas con la luz y el aire fresco y libre de las montañas.

(Deliciosos Pierogi)



5/Nov/2021 Eslovaquia. 


¡Nobiembre! Se enciende la señal de alarma. Si queremos llegar a Transilvania con una temperatura no muy extrema tenemos que comenzar a correr. En nuestro camino hacia el este solo tenemos Eslovaquia y Hungría. En unos pocos días podremos entrar en Rumanía. Ése es el objetivo ahora.

 
Nuestra primera parada en Eslovaquia es en el Parque Nacional Paraíso Eslovaco. No es el nombre más propicio para pasarlo rápido. Según comenzamos a explorarlo nos damos cuenta que seguir camino es una pena. Habrá que posponer Rumanía unos días. No nos podemos perder estos colores de otoño.





Esos días conocimos a una familia encantadora eslovaca con la que hicimos muy buenas migas. Durante varios días compartimos muy buenos momentos y nos enseñaron mucho de su país. También nos informaron que la situación del Covid en Rumanía estaba muy mal, con médicos viniendo de Moldavia para ayudar en los hospitales y planteando ya restricciones. Si a nosotros nos cierran los alojamientos y restaurantes, con el frío que hace, tendríamos que salir huyendo del país ¡y no nos apetece! Además, la furgo se sigue quejando por el frío.

 


Así que cambiamos de planes. Nuevo objetivo: ¡calorcito!   Dirigimos nuestro camino hacia el Mar Adriático. 
Comenzamos a atravesar Eslovaquia en dirección a Bratislava, en el extremo oeste, atravesando un país hermoso. 

 




Bratislava está bañada por el Danubio y situada entre dos iconos de Europa: Viena y Budapest, que la eclipsan totalmente. Más humilde y con menos historia, pero también más tranquila y amable. Nos encantó.

 




La ciudad antigua está a un lado del río, al otro está uno de sus mayores barrios, nada turístico ni fotogénico, de edificios de "arquitectura socialista". En toda esta Europa del Este se repite el mismo modelo. Tras la Segunda Guerra Mundial, el gobierno comunista dio alojamiento y trabajo a todos los ciudadanos. Se comenzó a construir barrios enteros de edificios funcionales, sin florituras ni lujos superfluos. Todos los ciudadanos tenían un alojamiento gratis y todos estaban obligados a trabajar. Podrían parecer guetos, pero lo cierto es que ahora nosotros al recorrerlos los encontramos acogedores. Paseando por esos barrios y viniendo de la España de los desalojos y de la tasa desproporcionada de paro, me cuestiono si todo era tan negro como se pintaba en ese régimen demonizado por occidente pese a que, indudablemente, les costó la libertad, gran sufrimiento y muchas vidas. 


Cerca de Bratislava se encuentra el castillo de Devin. Podría hablar de lo imponente de su construcción o de su idílica ubicación, pero su visita me resultó sobrecogedora por otra cuestión. Este castillo está en la Ribera del río Morava que es frontera natural con Austria. Al otro lado del río había un pescador disfrutando del día. Entre él y yo, apenas cincuenta metros de agua calmada. Durante unos cuarenta años, entre él y yo discurría el telón de acero. Una alambrada real que dividía dos mundos. ¿Cuánta gente habrá muerto intentando ganar a nado ese sueño? Tan cerca en distancia pero con un abismo de miedos y mentiras en medio.


Aún se rinde respeto a ese drama con flores frescas en un muro que se ha mantenido con las cicatrices de múltiples balazos dirigidos a matar libertades.

 
Tras la caída del muro, el nuevo gobierno construyó una hermosa escultura con restos de la alambrada que antes constituía el abismo.

 


Viendo a ese pescador disfrutando en la orilla opuesta, se me hace muy difícil imaginar cuánta sangre se derramó por los alambres de ese corazón. ¿Habremos aprendido algo como humanidad después de esto, después de Auschwitz?


16/Nov/2021 Viena.

 
A pocos kilómetros de Bratislava se encuentra la incomparable Viena. Nada más llegar hicimos un walking tour y la guia dio con gran habilidad en la diana para hacerme entender Viena. Nos dijo que no mirásemos Viena como la capital situada en un extremo de Austria, sino como el centro del todopoderoso Imperio Austrohúngaro. Una ciudad construida para impresionar, para infundir la aplastante grandeza de los emperadores Habsburgo sobre el común de los mortales. ¡Y eso es Viena!

 
Nosotros la cogimos en un momento precioso.  a mediados de noviembre ya había comenzado la campaña de Navidad y pudimos disfrutar de su iluminación deslumbrante y de los mercados navideños, además sin los tumultos que supongo que habrán en las vacaciones.

 



Viena me resultó lujosa, histórica, cultural, musical, hermosa, extraordinaria... pero faltaba algo. Algo que me hiciera sentir cómodo. No la encontré acogedora o amable. Disfruté de ella, ¡cómo no! Y me alegró haberla visitado, pero no es un lugar en el que me haría ilusión pasar más de unos días. 

 
Para comenzar, es una ciudad que le da la espalda al majestuoso río Danubio. Supongo que los Habsburgo no querían ninguna rivalidad con su propia majestuosidad. Tan sólo la ciudad nueva se aventura a asomarse a sus orillas.


Paseando por sus calles -siempre hablando de la ciudad histórica- me asombro de la ostentosidad de sus tiendas: Rolex, Chanel, Armani... Y de la gente haciendo cola en la fría calle para poder mostrar o demostrar ¿qué? Tal vez mientras están en la cola les convendría escuchar mis 47 segundos de sabiduría preferidos. 




Tanto lujo también afecta e impresiona a uno, así pasó cuando al ir a pagar los primeros dos expresos en una cafetería modesta situada fuera del centro histórico nos cobraron,  por ambos, cerca de siete euros. ¿Quieres impresión? ¡Pues toma dos platos! No obstante, disfrutamos mucho con esta ciudad que es una joya indudablemente. 

(Ópera Carmen) 

(Wiener Schnitzel) 


Uno de mis mejores momentos en Viena fue cuando fuimos al Palacio de Schönbrunn, residencia de verano de los Habsburgo. A ése en el que Sissi se refugiaba huyendo de los protocolos de la corte. Allí, disfrutando de un picnic pensaba en como tanta pompa había impresionado a la huidiza emperatriz empujándola hacia ese castillo y hacia toda Europa, hasta que al final, la condujo a una muerte injusta.

 


Pompa que, según nos contó la guía, aun perdura en una ciudad donde las presentaciones en sociedad,  la etiqueta y los bailes de salón siguen manteniendo un espacio preponderante. 


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