(English below)
Dejo este país sabiendo que tan solo he conocido una pequeña parte de sus atractivos. Sólo las montañas cuando este país es famoso por sus playas y destinos de buceo. La decisión de perderme en las montañas vino como consecuencia de los problemas de oído que venía arrastrando desde hace unos meses, así que decidí disfrutar de las montañas y ambientes rurales de Filipinas. No fue difícil. Filipinas es un país situado muy cerca del ecuador, cubierto de extensos bosques tropicales en donde el hombre no ha intervenido y por terrazas de arrozales de un verde radiante en el resto. Es cierto que no pude disfrutar de los atractivos marinos de este país, pero sus gentes y paisajes rurales fueron todo un regalo que pude disfrutar gracias a la suerte de tener esos problemas en mi oído. Uno de los estímulos que me ayudan a viajar es el convencimiento de que la buena suerte, salvo excepciones, es una decisión y en este país pude corroborarlo nuevamente.
Dejo este país sabiendo que tan solo he conocido una pequeña parte de sus atractivos. Sólo las montañas cuando este país es famoso por sus playas y destinos de buceo. La decisión de perderme en las montañas vino como consecuencia de los problemas de oído que venía arrastrando desde hace unos meses, así que decidí disfrutar de las montañas y ambientes rurales de Filipinas. No fue difícil. Filipinas es un país situado muy cerca del ecuador, cubierto de extensos bosques tropicales en donde el hombre no ha intervenido y por terrazas de arrozales de un verde radiante en el resto. Es cierto que no pude disfrutar de los atractivos marinos de este país, pero sus gentes y paisajes rurales fueron todo un regalo que pude disfrutar gracias a la suerte de tener esos problemas en mi oído. Uno de los estímulos que me ayudan a viajar es el convencimiento de que la buena suerte, salvo excepciones, es una decisión y en este país pude corroborarlo nuevamente.
Filipinas es un país avanzado, con una mega metrópolis como es Manila y una región rural humilde y tranquila. Una de las primeras cosas que me llamaron la atención es lo bien que hablan inglés casi todos los filipinos. Incluso en las montañas pude tener conversaciones fluidas con personas bastante mayores. El inglés es su idioma oficial junto con el tagalo y en las ciudades casi todos lo hablan perfecto. De hecho, conocí a personas de países vecinos que estaban en Filipinas para realizar un curso intensivo de inglés.
Por otro lado la gente es muy amable y me ayudaban a encontrar mi camino o simplemente mostraban su hospitalidad en los alojamientos donde me quedaba. Generalmente se alegraban de encontrar un turista europeo por esos lares, lo que me ayudaba a sentirme seguro.
Entre sus lugares me cautivó especialmente Batad, un pueblito al que la carretera no llega por lo que se debe caminar unos 20 minutos para acceder y sin conexión de teléfono ni televisión. Solo montañas y terrazas de arroz. Para qué más?
Viajar en Filipinas me resultó fácil pese a que las infraestructuras de transporte no eran las mejores, lo cierto es que tenía su encanto viajar en esas guaguas un poco añejas o en los Jeepney, una especie de Jeep de la segunda guerra mundial que se corta por la mitad, se añade unos 5 metros de cabina para pasajeros y luego se une y adorna con la mayor ilusión posible.
Incluso Manila, que me impresionaba al principio, me resultó amable y fácil, con la inestimable ayuda de su sistema de tren ligero LRT junto a Google Maps que me mostraba cómo moverme por la urbe usando los transportes públicos.
Algún día espero volver a este país dispuesto a sumergirme en sus múltiples lugares paradisíacos, pero esta vez conociendo ya la amabilidad de sus gentes y la tranquilidad de sus montañas.
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Philippines - Jun 2019
I leave this country being aware that I have only known a small part of its attractions. Only the mountains while this country is famous for its beaches and diving spots. The decision to lose myself in the mountains came as a result of the ear problems I had been carrying for a few months, so I decided to enjoy the mountains and rural environments of the Philippines. It was not difficult. The Philippines is a country located very close to the equator, covered either with huge tropical forests or with bright green rice terraces. It is true that I could not enjoy the marine explendor of this country, but its people and rural landscapes were a gift that I could enjoy thanks to the luck of having those problems in my ear. One of the encouragement that help me travel is the belief that good luck, with some exceptions, is a matter of personal decision and in this country I could confirm it again.
The Philippines is an advanced country, with a mega-metropolis such as Manila and a humble and quiet rural life. One of the first things that caught my attention is that almost all Filipinos speak very well English. Even in the mountains I was able to have fluent conversations with older people. English is their official language along with Tagalog and in almost all cities they speak it perfectly. In fact, I met people from neighboring countries who went there for an intensive English course.
The people from Philippines are very kind and helped me to find my way or simply showed their hospitality in the accommodations where I stayed. Generally they were happy to find a European tourist in those parts, which helped me to feel safe.
Among its places I especially loved Batad, a small town where the road does not reach so you must walk about 20 minutes to access and without either telephone or television connection. Only mountains and rice terraces. What more do you need?
Traveling in the Philippines was easy for me even though the transport infrastructure was not the best, the truth is that it has its charm to travel in those slightly old buses or in the Jeepneys, a kind of Jeep from the World War II that are cut by half, added about 5 meters of cabin for passengers and then joined and adorned with the greatest illusion.
Even Manila, which feared me at first, was kind and easy, with the invaluable help of its light rail train system -LRT- along with Google Maps that showed me how to move around the city using public transport.
One day I hope to return to this country, ready to dive into its many paradisiacal places, but that time knowing the kindness of its people and the quietness of its mountains.
