martes, 4 de abril de 2023

Un pais para hoy, con mucho ayer

La próxima semana es la Pascua Ortodoxa. El año pasado tuvimos el privilegio de conocer y disfrutar la Pascua Ortodoxa griega en una zona del norte totalmente ignorada por el turismo internacional. Un año después y tras intercalar varias visitas a casa y a otros países, todavía seguimos por estos lares. Está claro que no nos vamos a ganar ningún premio a la velocidad. ¿Pero por qué correr si hay tanto que vivir?

Lo cierto es que hemos ido tan lento porque Grecia no nos ha parecido un país más. Grecia ha sido especial en nuestro viaje. Sobre este país se pueden escribir rios de tinta sobre los orígenes de nuestra sociedad occidental: lengua, política, filosofía,... Pero no soy yo el indicado para tan alta tarea. Nuestro cariño hacia Grecia no emana de un respeto a los ancestros, sino de una admiración a sus gentes y paisajes en la actualidad.

 
Como en otras ocasiones, nos hemos dado cuenta de que hay una conexión entre densidad de población y comodidad a la hora de viajar con Kirikú -nuestra infatigable furgoneta-. Grecia es un país de 10 millones de habitantes con 80 habitantes por km2 (España 94 y Países Bajos 416). De ellos, la mitad viven en Atenas.  Por tanto, Grecia es un país en el que hemos podido disfrutar de naturaleza casi virgen. El interior está surcado por infinidad de montañas y valles balcánicos como los que ya hemos disfrutado en Albania y Montenegro, mientras que la costa nos ha regalado sus colores caribeños tanto en el continente como en sus islas -unas 6.000-.


Vikos Gorge



Ítaca

En nuestra pequeña furgoneta vamos buscando lugares tranquilos y aislados para quedarnos. Nosotros solo hemos estado en Grecia en temporada baja y hemos encontrado lugares que son auténticos paraísos y que en muchas ocasiones hemos tenido el privilegio de disfrutar rodeados exclusivamente de naturaleza.






Amorgos

Pero para nosotros es su gente lo que hace a este país tan especial. Supongo que en temporada alta todo cambia y hubiéramos sido unos turistas más, pero lo que nosotros hemos encontrado es una gente extraordinariamente acogedora y amigable. Los griegos están muy orgullosos de su cultura, de su gastronomía, de sus pueblos blancos..., de ser griegos. Banderas de su país ondean al viento por todas partes. Son personas que se alegran ante el visitante que se esfuerza en llegar a sus rincones y saludarles en su idioma.

Alexander, mi compañero pedaleando en Kenia y Uganda. Afortunadamente el camino nos vuelven a unir. 




Astypalea


Eolo, Dios de las Cícladas. 

Es un pueblo unido en torno a sus familias y sus tradiciones. Tuvimos el honor de asistir en la isla de Naxos a una fiesta el día de celebración de su independencia, 25 de marzo, y fue un gusto escuchar su música y verlos bailar unidos. En la mayoría de las radios a lo largo del país casi no hay sitio para reguetón, Enrique Iglesias o éxitos anglosajones. La música aquí es cultura que aglutina. ¡Nos encanta!




"Barriguita llena, corazón contento" dice el dicho. Y aquí la barriguita nos la hemos llenado con delicias de su gastronomía. Nos encanta las ensaladas con vegetales frescos de intenso sabor y teniendo que dejar tiempo para degustar aisladamente cada bocado de queso feta o cada aceituna kalamata. Son una explosión de sabor en el paladar que merece la pena asimilar sin prisa, desayunar yogurt griego con miel y frutos secos, simplemente comer pan con tzatziki, los dolmades de hojas de parra, el souvlaki o un pescadito a orilla del mar en una isla diminuta...






Y nos ha parecido bastante barato si lo comparamos con España, y mucho más con el norte y centro de Europa. Sobre todo porque aquí hemos estado principalmente en pueblos e islas pequeñas.

 Por supuesto, no me puedo olvidar de la Grecia Clásica. El motivo que atrae a la mayoría de turistas a este país. Ha sido extraordinario,  sobre todo viniendo de unas islas en las que no hay edificaciones anteriores al siglo XV, visitar lugares tan emblemáticos como Olimpia, el oráculo de Delfos, la Acropolis, templos de Zeus, Poseidón, Apolo... Las raíces de nuestra civilización indelebles en la piedra perenne por milenios.


Corinto

Acropolis

Templo de Alejandro Magno - Olimpia

Oráculo de Delfos

Partenón

Entrada al estadio olimpico - Olimpia


Falta poco para que nuestro tiempo en Grecia llegue a su fin. Tras nuestra segunda Pascua griega seguida es hora de pasar página. Nos vamos llevado Grecia en nuestros corazones. Para nosotros no ha sido un país más. Tal vez podría ser un refugio en el futuro. Si algún día necesitamos sentirnos cómodos, estoy seguro que Grecia nos abrirá los brazos