domingo, 30 de junio de 2024

El Salvador. - Mayo y Junio 2024

 El Salvador es conocido como "El pulgarcito de América". Un país del tamaño de la provincia de Badajoz pero que encierra unos paisajes majestuosos que van desde las playas azotadas por el furor del Pacífico hasta su cordillera volcánica que conforma un tupido bosque tropical. No obstante, hasta hace cinco años casi no recibía viajeros. Era extremadamente peligroso.


Durante la terrible guerra civil que se declaró en 1980, muchos jóvenes emigraron a Estados Unidos y allí crearon bandas criminales llamadas maras. Tras la firma de la paz en 1992, muchos "mareros" fueron deportados y retornaron a El Salvador haciéndose los dueños del país. La mayoría de gente corriente tenían que pagar extorsiones para desarrollar su trabajo y para moverse por las ciudades. Nadie se podía negar cuando un marero pedía un "favor". Diariamente habían asesinatos de quien se resistía o por rivalidad entre las maras. Y así lleva siendo hasta que en 2019 un nuevo presidente, Nayib Bukele, tomó las riendas del país y en tan solo un mandato de cinco años El Salvador se ha convertido en uno de los paises más seguros de América.

¿Un milagro?

Para la mayoría de salvadoreños, así es. Pero los milagros tienen un costo. La fórmula mágica de Bukele fue declarar el estado de excepción, invertir muchísimo dinero en policía y ejército y meter en una macro cárcel, construida exprofesa, a todo el que tuviera la más mínima relación con las maras. Todo el mundo opina que la mayoría de los presos, decenas de miles, son mareros. Pero también se reconoce que un cierto porcentaje son personas que estaban en el lugar equivocado en el momento equivocado, que tenían un tatuaje sospechoso, que han sido denunciados anónimamente o algún otro golpe de mala fortuna. Pero lo cierto es que, incluso admitiendo eso, la mayoría de los salvadoreños adoran a su presidente. Por fin son libres para vivir sin miedo y están entregados a su Salvador: Bukele.

El 1 de junio fue la toma de posesión de su segundo mandato. Reelección prohibida por la constitución pero celebrada igualmente por la mayoría de salvadoreños. Yo no podía perderme ese momento. Me sorprendió la entrega del pueblo, sobre todo en la promesa final que Bukele les pidió y ellos gritaron a coro, pese a incluir frases mesiánicas como: "Juramos nunca escuchar a los enemigos del pueblo". Y me pregunto yo ¿quienes son los enemigos del pueblo? ¿Tal vez yo por escribir esto?

Vítores a Bukele, también a Milei y hasta a nuestro Felipe VI

La presencia policial y militar no es exclusiva de ese día, pero ese día fue absoluta.



En YouTube está la toma de posesión completa. La promesa está en los últimos dos o tres minutos.

Debo admitir que la entrega y agradecimiento de gran parte de su pueblo me parece genuina y comprensible. Pero también es bueno saber más de un líder que ya se mira como ejemplo a seguir desde una gran parte de Latinoamérica e incluso desde la ultraderecha española. Un amigo me pasó un podcast sobre Bukele que me pareció muy interesante para entender más sobre este personaje que creo que aun le queda mucho por hacer e influir, dentro y fuera de El Salvador.

Así que visité El Salvador con la calma que me gusta. Me sorprendió la amabilidad de la gente. Es cierto que en Centroamerica las personas suelen ser mucho más cercanas y comunicativas que en Europa, pero en El Salvador encontré una alegría colectiva y un agradecimiento al visitante que se interesa por su país después de tantos años oscuros. Esa misma alegría la había encontrado ya en Colombia en 2018. Es la alegría de perder el miedo y por fin  poder disfrutar de su propio país y compartir generosamente con el visitante su cultura que ha subsistido y ahora florece. 

Lo noté el mismo día que llegué al país. Iba buscando dónde comer en San Salvador,  pasando unos puestos de comida callejera, hasta que en un patio vi que tenían sopas que se veían muy ricas. Entré a preguntar cuánto costaban y me dijeron que era un patio privado y que estaban a punto de almorzar. Me disculpé, les deseé buen apetito y me marché. A los pocos segundos me llamaron y me invitaron a almorzar con ellos. Esa hospitalidad y generosidad encontré en El Salvador, desde el primer día al último.


Muchos turistas que ahora visitan este país se centran en el surf. El Pacífico, un océano bravo pese a su cándido nombre, arroja a la playa potentes olas apreciadas a nivel mundial. Me sorprendió el precio de una clase de surf de hora y media: 40 dolares -moneda oficial en El Salvador junto con el Bitcoin-. Tras probar una clase llegué a la conclusión de que necesitaría mucho tiempo y dinero para llegar a disfrutar del surf, así que me conformé con algunos  bañitos, pero mejor sin perder pie.




Yo disfruté mucho de la capital, donde pasé dos semanas. Afortunadamente creo que mis problemas con las ciudades han quedado atrás y, aunque la naturaleza sigue siendo mi prioridad al explorar un país, cada vez me siento más cómodo en las urbes. Sobre todo cuando sus habitantes son tan amables y cercanos como en San Salvador.

Lago Ilopango

El sueño americano está muy presente en un país cuya primera fuente de financiación son las remesas enviadas por emigrantes salvadoreños en EEUU.

Jardín botánico 

Museo de arte.

Nueva biblioteca. "Regalo" del gobierno chino.

Queridos amigos uruguayos, conocidos en Honduras y disfrutando una tarde en San Salvador. ¡Qué grande Hispanoamérica!

Pupusas: orgullo gastronómico del Salvador.



Fresco: refresco de agua, hielo, fruta y azúcar. Embolsado para llevar.


Amigos en el hostel compartiendo habitación, cocina y muy buenos momentos.

Pero como siempre, en mis mejores recuerdos no hay hormigón sino un fondo natural. Hice dos viajes desde la capital. El primero fue hacia el oeste, a "La ruta de las flores". El nombre ya prometía, pero para conseguir una experiencia más especial, alquilé una motito una semana con la que pude recorrer esa ruta bucólica a mi ritmo. Volver a la carretera,  y además en un entorno de pueblos pintorescos y naturaleza exuberante, me llenó de satisfacción. Añoro mis viajes en bici. Sentir cada kilómetro del camino es una sensación irremplazable.

Vida dura la rural.

7 cascadas. Tour por dentro de las cascadas. Prohibido resbalarse.

Tour de café. Un lujo conocer la segunda economía del Salvador.






Cultura compartida.


Y lo único que entiendes, plátano, no es el plátano de España.

Vida dura la rural.

Volcán Santa Ana.

Ballet Nacional de El Salvador.
5 dolares.

Santa Ana

Mi otra escapada fue a un pequeño pueblo al este de la capital llamado Perquín. Mi intención era hacerlo también en moto, pero comenzaron a haber alertas meteorológicas y no me pareció prudente. Me alegro de no haber seguido en la moto porque al final estuvimos unos cuatro días en alerta roja por lluvia, con las escuelas y muchos trabajos cerrados. Perquín y sus alrededores encierran mucha naturaleza y terribles recuerdos. Al año de comenzar la guerra civil, el ejercito reunió y masacró a cientos de personas en El Mozote.

Resulta ser la misma historia que ya había conocido en Guatemala: un pueblo extremadamente empobrecido y casi esclavizado por un gobierno siguiendo los intereses de unos pocos dueños de la tierra, unos grupos de campesinos que prefieren morir luchando a morir explotados y a los que los medios de comunicación denominan guerrilla terrorista anticapitalista y un ejercito entrenado y financiado por Estados Unidos que no quiere otra Cuba o Nicaragua en lo que considera su zona de influencia o, directamente, sus dominios. Tanto en Guatemala como en El Salvador, la actuación del ejercito fue atroz. No sólo por el numero de asesinatos de la población campesina, sino por cómo se produjeron muchos de ellos.


Cuerpo de niños recuperados en las fosas comunes.


Pero Perquín también me regaló una naturaleza deslumbrante y una gente rural de una amabilidad extrema.

Pedir jalón -hacer dedo- en zonas rurales.




El 21 de junio comienza el verano y yo tomo un avión para Canadá. Ahora que el tiempo lo permite quiero ver ese mítico Norte aislado y que aún conserva su esencia original. Dejo Centroamérica después de seis meses. Supongo que voy a echar de menos la cercanía de sus gentes y la posibilidad de acercarme a ellos desde una cultura compartida. Han sido meses muy bonitos. Es un privilegio poder conectar con casi un continente completo con el que tenemos muchos más puntos de unión que de separación. No obstante me extraña ver a más franceses, alemanes, ingleses, holandeses que a españoles. Creo que no somos suficientemente conscientes del privilegio que es compartir unas raíces culturales y una lengua.

Cuando salí de España pensé que iba a recorrer todo Centroamérica, pero solo he tenido tiempo para la mitad. Así es como me ha gustado hacerlo. Me voy muy satisfecho de mi periplo centroamericano que algún día me encantará completar.

4 comentarios:

  1. Que gusto Cesar haber participado en tu blog, muy encantador, ahora entiendo que pasabas haciendo en la sala del hostel jeje, bendiciones y cuídate🙂‍↕️

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  2. César! Vaya preciosidad todo! Como siempre, un lujo leerte y aprender y entender tanto de la vida a través de tus viajes. Un abrazo grande 😘

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  3. Qué maravilla!!! Gracias por compartir tus experiencias . Un besito

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  4. Qué experiencias!!! Un gran abrazo. Ya no se te puede pillar por aquí cerca🤣.

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